30.6.08

Raro #

Hoy estoy raro, y no entiendo por qué, si nada extraño me tuvo a maltraer. Hoy estoy raro, no sé lo que hacer. Será que hoy me puse a recordar los días de mi infancia cuando siempre estaba mal, hijo único de la casualidad, mi padre era hippie y mi madre era punk. Ah, capaz... fué por esa niñera que para que no llorara ponía en mi mamadera valium, y sali'un día con sus amigos y volvió con esa manga de drogados, y acelerados, en un rito satánico, después de torturar a mi hamster, lo cocinaron. Fue un infierno, me lo hicieron probar. ¡Y no era tierno!

Depende, ahí yo era un jopende, como dijo mi tío que es un tipo que me entiende: el que no sufre no aprende, y ahí me bajó un diente de una patada y me robó la plata que el ratón dejó bajo mi almohada. Todos se reían cuando arrastraba la erre. Mi abuela me pedía que si moría no la entierre y que subiera más: "Quizás, quizás, quizás"

Y ta, capaz, fue que quede marcado, por ser hijo de padres divorciados. ¡Qué tarado!, no lo había pensado, pero si fuera así todos seriamos traumados. Y yo a media luz, ponía un blues y la abuela a Jesús le pedía que Gardel no fuera de Toulousse. Yo pinchaba con su cruz, los granos de pus
por mi alergia al mousse. Achus!!! Será que fui a cenar con la novia de mi padre, que me invitó pero me hizo lavar las cacerolas, y al ver que mi hermana desfilaba medio en bolas me dijo: Mirá, las modelos son todas trolas. Y se enfurece, ¡justo ella!, que cuando toma se emputece. Me tuve que rajar cuando después del cuarto vino me empezó a toquetear y se rió y le vino... hipo! Y me contó como anticipo que va a dejar al viejo por el tipo que le pagó la lipo. Será por eso que estoy sensible, la vida es impredecible. Capaz que no le hizo gracia al de la farmacia, cuando dije que yo defiendo a muerte a la eutanasia. Decía que si todos se morían se fundía, y me tiró con un frasco de homeopatía. O en una de esas, como decía el peyote estoy mal de la cabeza. Pero no, el doctor que me curó me juró que la herida del frascazo en la nuca ya cicatrizó.

Será ese copetín que tomé en el cafetín, picando un salamín, escuchando led zeppelin o fue esa moza, con pinta de viciosam que de babosa echó en mi vaso alguna cosa. ¡Qué pedazo de guaso! Si rompió el vaso cuando mi faso le quemó el brazo, y por mi torpeza, dejó el barril gigante de cerveza mal cerrado y el bar quedó inundado. Qué acertado, pensar que yo me quise levantar a la nami hablando del tsunami, y baldeando me dijo: "¿Viste? Volvé por donde viniste, el cielo no existe".

Hoy estoy raro, y no entiendo por qué, si nada extraño me tuvo a maltraer. Hoy estoy raro no se lo que hacer. Sentarme a esperar, que se me pase y chau.

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