Si fuésemos capaces de saber cuándo y dónde volveremos a encontrarnos de nuevo, nuestra despedida sería más tierna. Un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas. Lo sé, porque lo he intentado. Tampoco un millón de lagrimas. Lo sé porque he llorado hasta no poder más. Tal vez lo único que duele más que decirte adiós es no haber tenido la ocasión de haberme despedido de vos. Nuestros recuerdos de ayer durarán toda una vida. Guardar los mejores, olvidar los demás. Soñar como si fueses a vivir para siempre y vivir como si fueses a morir hoy mismo. Los recuerdos construyen un camino que llega hasta el corazón y logra que los amigos siempre los sienta uno muy cerca, aunque en realidad estén muy lejos el uno del otro. Nunca digo adiós a nadie. Nunca dejo que las personas más cercanas a mí se vayan. Me las llevo conmigo adonde vaya. Por qué solo se tarda un minuto en decir hola, y toda una vida en decir adiós.
2 comentarios:
te juro que leo eso y se me viene una sola cosa a la cabeza y tiene que ver con lo que hoy te contaba...
es dificil, es muy dificil.
beso luh, gracias por el banner ^^
jamás te separes de mi.
jamas!
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