¡Soy porteño! Cabeza de departamento, no tengo espacio no tengo tiempo. Envejeciendo trabajando en el microcentro, donde arriba sólo hay cables y abajo cemento. Y ésta verdad es tan mortal, como este aire que sufro y resoiro, yo recibo tanto odio hoy. Los autos, esos seres abominables, día a día van regando nuestras calles con sangre. Y al fin de cuentas estamos pagando alto el precio de este puto sacrificio al dios del progreso.14.7.08
¡Soy porteño! Cabeza de departamento, no tengo espacio no tengo tiempo. Envejeciendo trabajando en el microcentro, donde arriba sólo hay cables y abajo cemento. Y ésta verdad es tan mortal, como este aire que sufro y resoiro, yo recibo tanto odio hoy. Los autos, esos seres abominables, día a día van regando nuestras calles con sangre. Y al fin de cuentas estamos pagando alto el precio de este puto sacrificio al dios del progreso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario