Tengo miedo, tengo frío y dudo, y hago repaso. Fugaz e indeterminado, como un sueño ha comenzado esta historia y no sé, en verdad, si fue real. Quién me iba a decir que te iba a encontrar una noche casual, yo ejerciendo de torpe sentimental. "¿Qué haces aquí? A punto estaba de marcharme, qué bueno es encontrarte". Y tú y yo inmóviles, y en torno a nosotras giraban colores, pasaban horas, rostros. Pero nada de esto era importante,
"así que háblame de ti y no pares".
No hay comentarios:
Publicar un comentario